Toda aquella factura que lleve información no verdadera se considera una factura falsa.
Muchos contribuyentes aún piensan que “no pasa nada” si decides hacer el favor a un amigo y te inventas una factura. La realidad es que ya no es así.
Emitir facturas falsas es un delito e implica importantes sanciones económicas e incluso la cárcel.
En abril de este año la Cámara de Diputados aprobó con 417 votos a favor, las reformas y adiciones al Código Fiscal de la Federación para sancionar con “una pena de entre tres y seis años de prisión a quien expida o enajene facturas que amparen operaciones inexistentes o falsas, así como actos jurídicos simulados”.
Hay una serie de indicios que permiten sospechar sobre la autenticidad de una factura:
- Si no se realizo ninguna operación para respaldar esa factura. Cuando se genera una factura por compras de bienes o prestaciones de servicios que no se han producido.
- Si la factura no incluye información básica. Toda factura debe incluir ciertos datos. Si en una factura faltan uno o más de ellos hay que sospechar. Tal vez sea solo un error o puede que se trate de algo más.
- Si el total de la factura es un precio inflado. Uno de los trucos más habituales de las facturas falsas es inflar los precios. Por eso una cantidad que parezca exagerada para lo que suele pagarse por ese producto o servicio es una señal de alarma.
- Facturas que se repiten en el tiempo: Si el concepto es sospechoso y se repite habitualmente puede encubrir algún tipo de anormalidad. Por ejemplo, varias facturas por pintar un local, como si se pintase cada semana.
Verifica la autenticidad de la factura
Para verificar si una factura es original usa la herramienta gratuita del SAT y ten a la mano los siguientes datos:
- Folio fiscal de la factura
- RFC Emisor
- RFC Receptor
Más vale estar preparados
El SAT advirtió que si se revisa el pago de impuestos de los contribuyentes y se encuentre que este compró facturas, le pedirá que demuestre que efectivamente hizo esa compra.
Para evitar problemas en la emisión de facturas es conveniente guardar cualquier documento que pruebe el vínculo entre la factura y la entrega de bienes o prestación de servicios. Por ejemplo: orden de compra, los documentos de transporte y la recepción del pago.
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